miércoles, 25 de junio de 2008

(aun sin título... para el final, prometo) - 1ros. renglones

Seis meses hacía que era maestro por aquellos “pagos”.
Por esos años era habitual que un tutor fuera a algún campo, donde se reunían todos lo niños de las estancias, para recibir sus primeras letras.
El corredor de la casa de los Argüello podía llegar a convertirse en aula, en épocas de clima tibio. Sino la posta la tomaba el rancho de la peonada, que de vez en vez también obtenía algún conocimiento que Roque brindaba con su santa paciencia.
Había llegado recomendado por los Díaz, fundadores del poblado distante de la estancia unas tres leguas y se había instalado en el lugar. Interponía cientos de kilómetros con su familia, contraria a su vocación educativa, luego de haber terminado el nacional en la gran ciudad.

Todos los lunes se iba a caballo desde su pensión poco habitable (también mal paga) hasta “Los cuatro álamos” y se quedaba hasta el viernes al mediodía, momento en que ensillaba el tordillo “deslavado” y emprendía el regreso, a tranco cansino.
Pocas emociones para un joven de su edad, pero contento con la vida que había elegido.
Fue para la llegada de las vacaciones invernales del ’43 que propuso a sus alumnos una tarea.
- Bien... señores, les voy a dar una tarea para hacer durante estos días que no voy a venir –dijo observando con detenimiento cada carita vestida de silencio y desaprobación. –No se preocupen: no es complejo y a todos les caerá en gracia. Van a realizar una composición donde se refleje la vida del campo. Pero... no la de sus casas, sino la de campo adentro; quiero que me cuenten de la vida de los animales y árboles que viven allá en los pajonales, en la laguna, en el monte... todo lo que nos rodea y que tan bien conocen.
Los niños comenzaron a murmurar, haciendo planes.
Roque llamó a silencio y agregó:
- Claro que, este será un trabajo especial –llamando la atención de su audiencia –Deberán hacerlo entre los ocho; ustedes serán un equipo de estudio que me entregará el informe exactamente... dentro de tres lunes.
El mutismo entre los alumnos se prolongó unos instantes, entre miradas en busca de complicidad.
Desde el marco de la puerta, Quezada sonriendo cabeceó.
“Ocurrencia de ‘léidos’” se dijo y acompañó al maestro hasta la caballeriza. “Chiche” los saludó con un resoplido.


Banda de Sonido recomendada: "Solo", Luis Salinas.

miércoles, 18 de junio de 2008

Encomillado

...
“Amaneció lloviznando;
grises que todo lo vestían.
No la vio marcharse.”
...
“Y la música jamás fue igual;
discos que no logra escuchar.
Añora palabras, risas,
aquella precoz sabiduría
(tan definitiva).”
...
“En la prohibición,
encuentra el invierno.”
(‘por favor, no...’)”
...
“Aprende a saborear la melancolía.
Eso lo adormece.”
...


Recommended Soundtrack: "Back To Black", Amy Winehouse.

domingo, 15 de junio de 2008

Abrazo de Papá

Te amamos,
te extrañamos,
te necesitamos...
...tanto...

Estoy.

Ojalá por siempre
(lo que me de la vida).

Banda de sonido recomendada: risas, muchas risas.

sábado, 14 de junio de 2008

Luces de mi pueblo

¡¡¡Sabarairaaaa!!!
¡Estoy pasando por uno de los momentos más gloriosos de mi vida!
Esto se debe a que he tenido el inconmensurable placer de conocer la llave que abrirá las puertas que dan al (fondo del terreno del) Primer Mundo (tercermundista) en nuestra maravillosa localidad.
En mis cotidianos pedaleos circulaba por una de las avenidas cuando, inesperádamente y frente a mi, apareció firme y en postura de teniente coronel almidonado... un semáforo.

¡¡¡Juaa!!!
¡¡No lo podía creerrrrrrrr!! ¿¡Un semáforo en mi pueblo!?
-Oh, Dioses –pensé– Uds. han enviado este artefacto tan maravilloso como una calesita, un circo o la Feria de Pulgas del Centro Cultural Danés local, para que nuestras vidas se vean encandiladas por esos ordenados colores que nos harán ser mejores conductores, peatones y hasta (tengo fe) personas.
Tal vez exagero; en realidad no me sorprendí tanto porque, como buen habitante de pueblo, ya había escuchado por allí que nos iban a insertar ese aparato en el medio del curso vehicular / peatonal.
Y no pensé todo eso; lo único que en mi cabeza sonó fue un
“¡Qué lo parió... lo que es la naturaleza!”.
Ahora si: sin temor a ser “espamentoso” puedo afirmar que esta experiencia producirá una hermosa inquietud en la marea de mi sangre por el puñado de días que formen parte del resto de mi vida (!!!). Si hasta 7 u 8 lágrimas caen desde mis ojillos emocionados (esto es probable que no se advierta porque... caen hacia adentro).
Seguramente, cada vez que me detenga ante él o cruce bajo sus luces, reviviré la hermosa sensación (de haber equivocado la calle… bah, es probable que pasemos por allí para sentirnos como en la ciudad).
Más allá de todo, si esto hace que se eviten accidentes... como decirlo... PELOTUDOS (¡eso! no me salía la expresión correcta), bienvenido sea!

miércoles, 11 de junio de 2008

Ella / Eso (¡Volvió! - Cuota Nº 8)

Regresa la apasionante (¿? Para él...) historia de este lentón, que ha conocido a una GRAN mujer. Se han reencontrado luego de algún tiempo, en la calle: él trabajando de heladero, ella como clienta acalorada que lo sorprende recordando su nombre.
Mayor golpe recibí en ese instante.
¿Cómo explicar con exactitud ESO que se siente, sin ser mezquino en calificativos?..
Fue un cross directo a mis caninos, que resonó hasta mi estómago. La verdad es que comencé a sentir ese hormigueo del que todos hablan pero que supongo nadie lo entiende hasta que lo vive en cosquillas propias. Rara es la sensación que a uno lo domina desde lo más profundo... de su ser?
Obviamente no era tiempo de cavilaciones románticas encontrándome ante el torbellino Dora, así que me repuse a base de cortas respiraciones imperceptibles y de poner la mente en blanco.
Esto último me resultó bastante fácil, ya que ella llevaba un vestido blanco de tela muy ligera (lo imaginé sobre una malla) que producía un grandioso encandilamiento al encontrarse “al rayo del sol”. Toda esa presencia la tenía a unos treinta centímetros!
Pero esta vez no me quedaría callado... claro que no!
-R... raro, señora Dora? –impuse mi hombría en la pregunta.
-Para, gurrumín. Si me vas a tratar de señora, vas a ligar. Última vez que lo decís: para vos y para todo el mundo soy la Dora ¿’tamos? –pareció incomodarse, aunque normalmente (dentro de lo poquito que la conocía) reaccionaba así.
Asentí con un ligero movimiento de visera y permanecí mudo, contemplando su escote. Que no se me malinterprete: mi gorra no me permitía ver a su rostro sin tener que inclinar mi cabeza, cosa que no quería hacer pues deseaba que me viera firme en mi postura... como el mejor soldado... (de paso, este soldado no perdió de vista la defensa de un tanque como ese).
Y continuó: -...Sí, rarito. Pero no de “esos” raritos... JA JA JA, viste. Vos no me pareces para nada un “flojito”... JA ... como yo les digo! (“... para donde va?...”). En definitiva, che: me caes más que bien, sabes? (“... GLUP!... GLUP!... GLUP!...”)
.
¡Qué situación! ¡Esta escultura propia de un demente genial me estaba hablando en un sentido que no sabía si iba por la mano o en contramano a mis deseos!
... Mis deseos... ¿Qué deseos eran esos? Tal vez no me los había planteado en concreto hasta ese momento. Y no había mucho tiempo para meditaciones así que dije: -¡Menos mal... Qué suerte, no!? (“...oh, nooooo... soy medio nabo... ¿cómo le voy a decir menos mal? Estoy quedando al descubierto... pero... ¿dónde está?”).
Todo su corpacho ya me daba una rotunda espalda con la resolución a una de mis dudas: si, tenía maya debajo del vestido, que al traslucirse dejaba ver el ágil “zarandeo” de sus ondulantes asentaderas. Interminables, por cierto.
-¿A dónde va...s? –rugí mi tuteo sin ningún tipo de autorización. (“...Je... macho...”)
-Vení, pulgón. Vamos a pegarnos un baño en el Atlántico –vociferó ya desde las escalinatas que bajaban a uno de los balnearios más céntricos y poblados de la ciudad.
Recommended Soundtrack: "I Got A Woman", Ray Charles.

jueves, 5 de junio de 2008

Ingenieria, estrategia.


Recommended Soundtrack: "Perhan Sovel", Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra