jueves, 28 de febrero de 2008

¿Cuándo se convierte uno en un Hijo de Puta?

Al plantear esta duda no me refiero de ninguna manera a las andanzas que pueda llegar a tener mamá.
Yo, persona... ¿en cuanto tiempo me puedo recibir de hijo de puta?
Según los diferentes casos, esto puede llevar una vida, lo cual no habla tan mal del hombre que la curse; eso sí, de viejo va a ser ¡de lo más hijo de puta.!
Pero lleva menos. Seguramente.
Décadas, años o meses realizando hijoputadas te dan un título.
El tema son los tiempos cortos: cuando te convertís en un reverendo hijo de puta (no entremos en temas eclesiásticos) en días, horas, minutos... un instante.
Obvio, “algo habrás hecho” pensarás vos. Yo aclaro que no me pongo en ningún lugar parecido al de víctima inocente, ni mucho menos. Pero no es tan malo analizarlo; al menos así uno sabe de que lado de las puteadas puede estar.
Porque en ese instante, que te mandaste una caca (del tamaño que sea), ahí mismo te recibís. Posiblemente vos no te estés enterando, pero... habrá un plantel de juradores señalando a la Gran Bosta que camina sobre tus zapatos (sí, sos vos... no los prestes más). Tal vez ni sepas o no tengas conciencia de la magnitud de lo que has hecho... pero ¡ya sos un hijo de puta! Al menos para una buena porción de humanos.
Y no es poco decir que esa porción puede ser formada por una sola persona.
La cuestión siempre es el tiempo.
El tiempo que le lleve detallar tus trastadas a dos, diez o 2483,9 personas.
Ojo, que ya podemos hablar aquí de distintos hijos de puta.
Está el conciente. Ese es un hijo de puta a toda hora y lo hace a sabiendas de su naturaleza. Esto no lo hace mejor persona; lo hace un completo hijo de puta.
Le sigue aquel que tiene idea que lo que hace, a pesar de ser un acto del corazón o acorde a sus sentimientos o aficiones, lo hace algo hijo de puta; ese es medio hijo de puta. Hasta aquí esto es porcentual, se diría.
Abunda el que en un acto que pudo ser de lo más normal para él y sin mala intención cagó algo o a alguien. Inmediatamente se convirtió en... boludo hijo de puta. Y es importante, porque obtiene un doble título.
A éste último se puede sumar aquel que en igual situación al anterior, le sucede por forro, básicamente. Es un forro hijo de puta. De título compuesto, también.
Es muy raro que una persona no entre en esta incompleta categoría que no tengo ganas de ampliar. ¿Para qué si ya estoy allí? ¿Vos no? ¡Felicidades, entonces!
Ah, claro que hay más hijos de puta. ¡Hay casi tantos como soretes en las veredas y en las plazas! Aunque ese es otro tema a tratar algún día: porque ya hablamos de los soretes inertes y de los que caminan.
Lo que yo siento, es que de cualquier manera que uno se acomode, roza o se choca con la sentencia: ¡QUÉ HIJO DE PUTA!

Y a vos... ¿qué te parece... hijo/a de puta?

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