jueves, 25 de septiembre de 2008

Fuck(simil) [1] - Escribe: Manco Cretino

Bien, bien.
Desde el día que llegué a Blogger, he estado jugando de aquí para allá.
Hace algún tiempo acordamos con un colega (en esto de hacer todo y nada) escribir "a medias", en grupo, si vale la expresión.
Pues aquí arrancamos publicando con Walter, del blog Bondad Vulnerable, a quien tengo entre mis recomendados hace buen tiempo.
El juego comienza con la publicación de uno de nosotros, dejando los puntos suspensivos a disposición del otro. Esa es la mejor parte: no saber lo que nuestro compañero sumará al relato.

Veamos que pasa. Arranco:

La melodía no deja de sonar. Es molesta (al menos en esta situación).
Hace algunos minutos que espera respuesta y del otro lado de la línea solo se oye esa patética versión de “Para Elisa”, como si la estuvieran ejecutando con una licuadora. Deprimente.
-¿Si…? –al fin el tipo del conmutador vuelve al teléfono.
-Eh… si, acá todavía estoy… esperando la señal de fax… -impaciente juega con el encendedor.
-Mmm… seguro que lo dejaron sin el automático, señor. Espere que pruebo con otro… -dice el telefonista, con forzada cortesía.

¡Por favor… Otra vez esa musiquita no! Y otra vez la espera…
Es una leve agonía, pues a partir de ese fax, del otro lado responderán (si su petición es “coherente con el sistema”, claro).
Tranquilo, Emilio… tranquilo –se dice, en tanto aguarda ese horrible tono que indica que puede dar señal para enviar el documento. –
No esperarás más que durante todos estos años. Qué más da…
Presiona el botón “Altavoz”, para continuar la comunicación sin utilizar las manos y comienza a abrir un paquete de cigarrillos.
La primera vez fue la peor, si mal no recuerdo. Esa oportunidad, seguramente por ser un mocoso, me hizo parir de sufrimiento!
Je… No podía sostener ni el pucho, de nervios. Y el viejo del locutorio se dio cuenta.
Recuerdo que me dijo: “Todo va en orden, pibe”. “¿Qué carajo sabrá este viejo choto?” pensé en aquel momento. ¡Y claro que no sabía nada, pobre!
Con el tiempo me hice un poco más bicho. Tomé confianza; en mí mismo, principalmente.
Repetía el procedimiento, todos los lunes y por una especie de cábala, en el mismo locutorio (no me había ido mal ahí). A decir verdad, era una cábala a medias: el viejo de un día para otro desapareció; se habrá muerto, qué se yo. Después lo atendía la viuda, creo.
“Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiirrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr…” sonó la señal.
Ahora botón verde, lo de siempre.
El papel se desliza por el telefax. Solo son unos segundos.
Finaliza la comunicación, emite el informe correspondiente. Hacia el final del mismo:
“Resultado – OK”
Ya está. Ahora ha de esperar respuesta.

jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Conservas del Pasado?

Este edificio fue una de las primeras administraciones de mi pueblo.
Aunque parezca mentira, durante décadas se lo dejó "roer" por diversos "factores".
¡Larga vida a la Administración (¿pública?)!




Recommended Soundtrack: "Patterns", Iommi (con Serj Tankian en voz).

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Renglones Rurales 5 (¿Y? ¿Para cuando?)


La carcajada con la que respondió a la pregunta este fulano sonó a tormenta en los pequeños oídos; tanto así que se tensaron aun más los músculos, sosteniendo las “armas”.
Calma y sonrisa se vieron seguidamente en su rostro, y una mirada extraviada en las llamas.
- Según los que me ven... eso dicen, si – bajando el tono de su rasposa voz.
De alguna manera esa respuesta hizo que algunos de los niños se calmaran. En medio de las ruedas de mate en más de una oportunidad habían escuchado historias de hombres que erraban sin rumbo fijo, llevando una vida algo desalineada, comiendo lo que la gente de los campos les quisiera “convidar”.
Valentín tenía muy presente las anécdotas que su padre contaba habitualmente.
- ¿Hace mucho que no come? – sonriendo ante la “espectacular” presencia.
Jorge intentó detener un posible interrogatorio de los más pequeños, tomando las riendas.
- ¿Qué anda haciendo por acá? –ofreciendo una mirada provocadora (aun asustado) ¿Ud. quien es?
- En primer orden, buenas noches, jovencitos. Como aparentemente dedujo aquí el chico –mirando a un alegre Valentín-, soy un eterno caminante. Así que, se dará cuenta que no tengo hogar... y ando de aquí para allá. Y como ya dije, me llaman Cuneta.
Los que estaban a resguardo de los mayores, asomaron lentamente sus narices para ver bien al recién llegado, imagen que causó algo de recelo en la mayoría. Dieguito permaneció inmóvil, viéndolo de soslayo, sin despegar su frente de la cintura de Tito.
El hombre vestía una camisa que dejaba entrever la suciedad en el cuello y los puños, asomando bajo el pullover de lana roído por los años (salpicado de agujeros). El pantalón seguramente habría pertenecido a una persona gorda, pues el sobrante de tela se alineaba “en acordeón” bajo la presión de un cinturón improvisado con hilo de coser bolsas de cereal.
El calzado era por demás pobre: llevaba unos botines muy gastados. El derecho dejaba a la intemperie el dedo mayor por el agujero que seguramente un accidente habría causado; de origen se advertía un tajo que luego decantó en una abertura mayor. Solo ese pie estaba cubierto por una media, gris.
Su abrigo era de corderoy (aparentemente marrón) con abrigo interior muy deteriorado, como el forro que lo sostenía. El cuello parecía ser de lana gruesa.
En reemplazo de los desaparecidos botones, había improvisado una prendedura con pequeños ganchos de alambre blando.
Cruzado, sobre su abrigo, colgaba un morral casero, elaborado con media bolsa de arpillera y una correa.
- La verdad es que estoy muy cansado y con mucho frío –continuó el visitante. –Hoy no he podido iniciar un fuego como corresponde... y para no congelarme, reanudé mi viaje hacia “La Tierra de los Aciertos”... – dijo, regalando una gran sonrisa que hizo erizar los pelos de su entrecana barba mal cortada.


Banda de Sonido recomendada: "Juntito al fogón", (Letra) Víctor Ledesma / (Música) Hnos. Abalos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Atajo


Recommended Soundtrack: "Black Swans", Lacrimas Profundere.