miércoles, 9 de abril de 2008

FINAL SIN CUENTO

Me gustan los cuentos sin final. Me dan a elegir dentro de la gama de finales que pueda crear mi cabeza.
Pero... un final sin cuento? Veamos:

Así este viejito siempre sonriente, de boca falta de dientes, como lo conocieron todos, perdió la sonrisa.

Desde aquella noticia dejó de lado sus ilusiones.

En sus largos setentas olvidó por completo su gran deseo de tener la casita propia, por la que tanto había bregado durante el último lustro, apilando ladrillo tras ladrillo junto al ranchito de chapas.
El impacto taró su vitalidad.
En ocasiones no recordó darle de comer a su amado “Chiche”.
Su bicicleta quedó esperándolo durante algún tiempo, recostada en la tranquerita de entrada a su jardín, poblado de incipientes cardos, vizcacheras y pastizal. Hasta que algún “sensible” se la llevó para brindarle los cuidados necesarios. No le importo (tal vez nunca se enteró).


Se abandonó totalmente a la vida...

Nadie se preguntó por él las primeras semanas.
Sin familia; amigo de todos pero de nadie...
Se extrañó un poco el cartero que le llevó ese sábado a las perdidas una carta certificada con aviso de retorno, pero se retiró mascullando y marcando con una “X” el ítem “Se mudó”.

No estaba tan errado.

Colonna Sonora Raccomandata / Recommended Soundtrack: "Il Tramonto", Ennio Morricone / “The End”, The Doors.

1 comentario:

La gente es mala... ¡y comenta!