domingo, 23 de marzo de 2008

Ella / Eso - Cuota Nº 3 (de... no sé cuantas)

(viene del 15/03/08)
Yo estaba perdido en ese nombre y en su dueña.
Dora...da, como sus cabellos” seguía pensando; me sentía un poeta. El suyo era un nombre bien llevado, como la cola de caballo que tenía, armada con un elástico de media de nylon. Mis ojos se habían hundido en ese color entre amarillento y blanco, con perlas naranjas y negras que divisaba en su raya al medio.
Pero seguí explorando su portada desde la silla de mimbre donde me había ubicado.
Las cejas respetaban y seguían al pie la colorimetría descripta.
Pero no tengo palabras suficientes para describir... sus ojos.
Dos. Sí, dos gotas de mate cocido sin leche (aunque una un poco fuera de la taza; más tarde me enteraría que su hermano menor le dio con el mango de una pala).
Su mirada me trasmitía una especie de tristeza (seguro por efecto de ese párpado caidito), lo que me hacia sentir deseos de protegerla, cobijarla en mis brazos, susurrarle cosillas hermosas en sus oídos... Pero al segundo siguiente la veía allí parada y más bien me imaginaba perdido en sus brazos cual zapallo coreano en los de una ama de casa.
Del chapuzón de sus ojos bajé por el tobogán (realmente, es un tobogán) de su nariz para hundirme para siempre, se lo puedo jurar, en sus labios cenagosos.
La primera impresión que me causaron fue miedo. Si, porque en ellos hay una ventanita que deja ver algunos de sus dientes al natural (son color natural) y produce allí una expresión involuntaria similar a la de la comadreja presta a devorarse la más gorda de las gallinas. Y aquí pido que esta expresión sea tomada con la seriedad que corresponde a un señor deslumbrado... por favor.
Labios carnosos, violáceos a causa de un constante tic mordedor.
Más tarde la vería tomando mate y me sugestionó su “trompita absorbente”, aunque mi mayor desequilibrio llegó cuando conocí su sonrisa.
Fue esa misma tarde. Seguíamos escuchando anécdotas inolvidables de aquella canilla y percibí que Dora quería agregar algo gracioso, entre afirmaciones ansiosas.
-Siiiii –decidida por contarlo- ¿Y te acordás esa vez que la abrí y salió el agua color ladrillo! JA JA JA!!! –remató con una gran carcajada donde pude apreciar su boquita desnuda. Desnuda de dientes, principalmente. No puedo decirlo con seguridad... creo haber contado ocho espacios vacíos... pero llenos de recuerdos ocurrentes, por lo que oí.
Recommended Soundtrack: "Baby, It's You", The Beatles.
Continuará...

1 comentario:

  1. Romántico, una diosa en la Tierra.Es verdad lo que decis.El tiempo es tan valioso que creemos que leer blogs de desconocidos es baladí.Pero no.Prefiero un blog como el tuyo a miles de novelas del siglo XIX.
    Muy bueno este posteo.Prometo leer los demás.

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