sábado, 5 de julio de 2008

(con seguridad el título viene al final) - 2dos. renglones

(VIENE DEL 25 DE JUNIO)
...
-...tengo... miedo... –dijo avergonzada Irma –y mucho frío.
-¡Usté’ “chito”, y ayude como todos a mantener el fuego encendido! –vociferó Jorgito.
Le apenó hablarle así a su hermanita, pero era su obligación.
...

Hacer las compras para toda la quincena en la proveeduría del pueblo era algo habitual para el mensual de cualquier campo, pero para un maestro citadino en época de vacaciones por Villa Gala, toda una diversión. No aportaban demasiada distracción las cuatro calles que surcaban el caserío.
Esa noche de jueves estaba Roque comprando unos pocos gramos de tabaco y algunos papeles para armar sus primeros cigarros (tiempo de sobra tenía para iniciarse en el vicio chico). Además había dejado encargada una barra de dulce de membrillo y algo de galleta.
El despensero anotando en el libretón del maestro era un tanto bestial; principalmente, a los ojos del joven, por la caligrafía y la ortografía.
Boquiabierto observaba cuando ingresó al comercio Don Molina, uno de los viejos peones de “Los cuatro álamos”, quien al reconocerlo encaró, reflejando preocupación en su rostro.
- ¡Güenas y no tanto, Don Maestro!
- Buenas tardes, Don Molina. ¿Por qué dice eso de “no tanto”? –indagó el joven.
- ¿No se enteró? –acomodando la faja en la cintura, como un gesto de preparación para dar una gran noticia. -¡Claro, si usté’ no andau por aquellos pagos! Desde ayer que desaparecieron los niños de la estancia, junto con los mocosos de Espíndola, los de Rossetti y el de Vogel, el puestero de “La Esencia”.
- ¿Cómo? –se alteró el informado -¿Qué pasó con...? ¿Se perdieron? ¿No hay rastros de ellos?
- ¡Pare, pare, mozo... que estamos todos los de los campos de la zona rastriando hetárea por hetárea y...
- ... no puede ser! No pueden haber ido muy lejos, son muy chicos! –interrumpe al peón– ...si el mayor es Jorge Rossetti y tiene 10 años...
- ¡Ja! –rió Molina –Suficiente para ser baquiano en el campo, don. Esos mocosos son nacidos ahí y se conocen la tierra palmo a palmo, vea. Aparte, por lo que tengo entendido andaban con unos mandados que usté’ les había dejau pa' cuando volviera por allá. De sejuro que andan haciendo diabluras...
Un temblor recorrió la espalda del muchacho.
Minutos más tarde galopaba junto al hombre hacia la estancia, con un morral improvisado en el apuro, conteniendo algunas ropas y con la intención de sumarse a la búsqueda.
La culpa se dibujó en su mirada.

...

Tito echó tres bostas secas al fuego. Algunos meses atrás habría pasado por allí algún resero arreando vacas, que dejaron algo de “combustible” efectivo para este momento. “Yo también tengo miedo, pero no voy a decir nada, así no me dicen que soy un miedoso” pensó, mientras revolvía las brasas con un palito.
Solo el crepitar del fuego se oía en aquella eterna noche de invierno. Esa media docena de eucaliptos les ofrecía buen resguardo ante la terrible helada que estaba cayendo, además de ramas y tronquitos secos. Enhorabuena.
Lejanos gritos sobresaltaron a los ocho niños. Jorgito se apuró a hablar, esforzándose por sonar tranquilo:
- ¡Esos búhos de porquería! El otro día con mi padre bajamos uno con la del ’14... Ja ja! ¡Dejamos el plumerío! No nos olvidemos de escribir sobre ese bicho mañana a la mañana – dijo serenamente, y enmudeció.
El resto de los niños volvieron sus miradas al fuego.
Él, miró “de reojo” hacia el negro interminable desde donde llegaron los sonidos; pensó: “Yo también tengo miedo... y estoy perdido”.

Banda de Sonido recomendada: "La tristecita" de A. Ramirez, por el maestro Cacho Tirao (Sugerencia: pasen por YouTube y elijan cualquiera de sus interpretaciones... cualquiera).

7 comentarios:

  1. Creo que todos tenemos miedo al sentirnos perdidos.
    Muy bueno esto, la tristecita tabién-

    ResponderEliminar
  2. Me preocupaba que la narracíón haya empezado hace mucho,
    Pero veo que recien es la segunda parte;

    Me di cuenta de que vos también recomendas música para escuchar de acuerdo a cada escrito;
    Me debo haber copiado inconscientemente, porque la idea me vino demasiado de golpe como para haber sido maquinada..., Mis disculpas.

    ResponderEliminar
  3. Bien Manco
    Vmos por más aventuras telúricas..
    ...y dispues que pasa che.
    queremos saver!!!!

    ResponderEliminar
  4. Qué remate, my friend... me dejaste los pelos de gallina y la piel de punta. Ese tema ni te digo. Quiero seguir leyendo!!!

    ResponderEliminar
  5. Saludo su estilo, tan personal que asusta...

    El Titán una vez más desde el Otris...

    ResponderEliminar
  6. A): Todos los días, no?
    W): Jaja! Siii, ni se por donde seguirá... tengo una par de giros en mente.
    No puedo despegar la música... SIEMPRE PRESENTE!
    En cuanto a las ideas... no os preocupeis, que todo se recicla. A mi también me pareció buena la de recomendar, y seguro que varios alguienes también lo habrán pensado hace años.
    DD): Una tropilla de jirafas mata a todos los niños y se come al maestro, con chimichurri.
    LM): Si, si. Qué remate de niños haría con esos... así no se pierden más! Ja!
    T): Jaja! Es cierto... asusto.
    P): Stop! Ojo, que está muy bien que hagan los deberes, pero de más cerquita.

    ResponderEliminar

La gente es mala... ¡y comenta!