sábado, 20 de junio de 2009

La presa

Tensos los dedos; en interminable espera.
Los cálculos han sido minuciosamente revisados en infinidad de oportunidades (ya perdió la cuenta). El momento es único; no hay lugar para equivocaciones.
La captura de la presa depende de la exactitud con que se mueva en ese preciso instante. Precioso instante.
Indiferente llegará la víctima desde el este con la caída del sol, lo que le dará cierta ventaja estando ubicado en las sombras.
Ya se habrá distanciado de sus iguales, minutos antes. La soledad la rodeará hasta el punto clave.
Calcula el tiempo de aguardo ("ya debería estar divisando su silueta...").
Comienza a sentir cansancio en las extremidades.
Pequeñas gotas de sudor recorren su entrecejo, provocando ardor al caer en sus ojos ("¡ya debería estar divisando su silueta!"). Entra en cuadro la esperada presa. Con felino andar se acerca pausadamente, en armonía.
Por su instinto cazador, el victimario dirige toda la atención (y la intención) en el “punto flojo”. El corazón estalla en golpes.
Es el sector hacia donde dirigirá sus garras; allí reside su costado lacio.
Pocos pasos los separan (¿ya la huele?).
Coinciden: Tiempo, Espacio y VÍCTIMA… ¡SALTA!
Los fuertes dedos presionan el sector en tanto la damnificada se impregna de espanto. Asimismo la adrenalina secretada la hace reaccionar contra su cazador: un increíble sopapo se incrusta en el rostro de Jacinto, haciendo que despida un imperceptible hilo de saliva.
Esto lo ha congelado… en tiempo y espacio.
-¿¡¡¡Qué hacés, estúpido!!!? ¡¡¡Pedazo de susto me has dado!!! –grita Mariana.
-… ehdd…-balbucea el “cazador” frotándose la remarcada mejilla izquierda.
-¡Tarado! Yo te voy a dar… ya vamo’ a arreglar en casa. ¡Andá a comprar pan, como te encargué hoy!
-sisi…
-¡Ah! Y cuando vuelvas te cortás las uñas, animal. ¡Mirá como me dejaste el traste, todo marcado!



Recommended Soundtrack: "Inflikted", The Cavalera Conspiracy.