(¡Cliiiick!)
Dos hermanitos, de unos 11 años el uno y 7 años el otro, “luchan” sobre la cama de sus padres, enredados entre sábanas, plumón y cobijas. Gritos y risas.
La cama comienza a enfriarse; hace algunos minutos papá y mamá se han levantado.
La abuela está llamando desde la cocina (por quinta vez) a desayunar, sin resultados positivos.
(Correr “gatillo” para pasar a siguiente cuadro del rollo de película; girar “Magicubo” para próximo flash y... ¡Cliiiick!)
Llega a oidos de los niños el sollozar de la señora, “enmarcada” al otro lado de la puerta que va al comedor y recortada contra la luz de la ventana de la cocina (es un día nublado). Ellos la ven de perfil, desde la inmobilidad en la habitación de los papás.
(Correr “gatillo” para pasar a siguiente cuadro del rollo de película; girar “Magicubo” para próximo flash y... ¡Cliiiick!)
Increible armonía en torno a la mesa del desayuno. Los hermanitos son dos angelitos con remordimiento.
A sus espaldas, una sonrisa pícara se deja ver en los labios de Micaela.
Dos hermanitos, de unos 11 años el uno y 7 años el otro, “luchan” sobre la cama de sus padres, enredados entre sábanas, plumón y cobijas. Gritos y risas.
La cama comienza a enfriarse; hace algunos minutos papá y mamá se han levantado.
La abuela está llamando desde la cocina (por quinta vez) a desayunar, sin resultados positivos.
(Correr “gatillo” para pasar a siguiente cuadro del rollo de película; girar “Magicubo” para próximo flash y... ¡Cliiiick!)
Llega a oidos de los niños el sollozar de la señora, “enmarcada” al otro lado de la puerta que va al comedor y recortada contra la luz de la ventana de la cocina (es un día nublado). Ellos la ven de perfil, desde la inmobilidad en la habitación de los papás.
(Correr “gatillo” para pasar a siguiente cuadro del rollo de película; girar “Magicubo” para próximo flash y... ¡Cliiiick!)
Increible armonía en torno a la mesa del desayuno. Los hermanitos son dos angelitos con remordimiento.
A sus espaldas, una sonrisa pícara se deja ver en los labios de Micaela.
bien pícara la abuela eh... bastante astuta
ResponderEliminarTus instantaneas son mas que eso, son eternas, viejo!
ResponderEliminarjlg
Tierno! Con olor a nostalgia. Qué genialidad esa abuela.
ResponderEliminaresa fotonovela se llama: "perdí la chamba por culpa de un par de chamacos fresas"
ResponderEliminarohhhhhhhhhh los abuelos
ResponderEliminarson mi inspiración y vida los adoro
bsos y gracias por tu primera vez en mi blog, ojalá no sea la única :)
bsos!
Fotos: lo único que perdura en este mundo de brumas...
ResponderEliminarEstamos en contacto...
jaja! qué vieja turra la abuela!
ResponderEliminarun beso.
ja! en vano no pasan los años ...(aquellos angelitos algun dia ya no lo serán)
ResponderEliminarA): Ahá! Bastante... y de genio. Toda una señora de mañas.
ResponderEliminarJLG): En este caso, amiguito, le puedo asegurar que sí lo es, al menos para mi.
LM): Ese tufillo me persigue, que querés que te diga... Abuela de aquellas!
P): Siiiiii!!!... Qué?... ("Perdí la significación por un par de modismos" Ja!)
F): Nos inspiran, aunque en parte SOMOS ellos, no?
T): Así es, imágenes que se congelan y algo nos dicen.
M): Eeeepaaaa! Ojo con meterse con la abuela, eh! Que se levanta y nos amenaza con el puño cerrado al viento Jajaja
I): Tal cual, tu lo has dicho. Y te puedo asegurar que ya no lo son (mos)... hace rato...
Tus letras instantáneas me encantan!!!
ResponderEliminarSaludos vecino!!! he vuelto para quedarme jajaja!!!